viernes, 13 de mayo de 2016


Ayer fue un gran día por su gran aprendizaje. Tuve una discusión con una persona. La verdad es que parte del conflicto lo tenía yo, porque no había hecho bien un trámite. El enfrentamiento quedó en tablas, sin acuerdo, pero yo quedé tocada por descubrir mi error y mi orgullo.
Volví a casa del trabajo y seguía preocupada, hasta tal punto que se me olvidó que tenía una reunión (menos mal que no era con la misma persona). En otra ocasión, volvería a sentirme rabiosa y decepcionada por mi despiste. Sin embargo, hice algo diferente a otras veces. Vi que había sido necesario el descuido y el olvido porque supe sacarlo partido.
Comparto con vosotros mis dos descubrimientos que no son nuevos pero siempre me conviene recordar:
- si acepto y amo mis sombras y defectos me siento más libre y segura.
- todo lo que ocurre puede ser para bien, aunque tenga un inicio negativo.