miércoles, 26 de octubre de 2016

Es díficil explicar con palabras lo que sentí ayer después de ver la película "Un monstruo viene a verme". Una mezcla de pena y gratitud, tranquilidad y sorpresa. Fui sin saber que de transfondo se trataba el tema del cáncer y por supuesto, a las que lo hemos pasado o estamos en ello, no nos puede dejar indiferentes. Además, en mi caso, con un hijo con el que se ha compartido todo el proceso.
Quiero alabar la forma en que se trata el mundo contradictorio de las emociones sin juzgarlas (sobre todo porque lo hace desde el punto de vista del niño) . Sentir rabia o enfado por algo, no te condena a ser una persona mala, y por otro lado, el ser estricto y autoritario no te impide de ser una persona buena.
Pero lo más importante, la lección que yo me llevé ayer es que HAY QUE SOLTAR, hay que dejar marchar lo que nos impide crecer. Es una reflexión que me duele, porque aún tengo muchos anclajes a la enfermedad, muchos deseos de que las cosas fueran como antes del cáncer... Sin embargo, ya nada es igual... y  tengo que seguir adelante...

jueves, 22 de septiembre de 2016

Quiero compartir un video de David Palacín, fotógrafo burgalés comprometido con muchas causas, y ahora también con el cáncer. Me he visto tan identificada con Bea que quiero compartir su mensaje. ¡¡Llenemos la vida de colores!! Al cáncer no le gustan los colores.

domingo, 31 de julio de 2016

Estamos de enhorabuena. He tenido una nueva sobrina preciosa. Ya era hora de que entrara en casa la VIDA con letras mayúsculas y nos entrara un soplo de aire fresco. Un bebé en el hogar da luz y esperanza, da motivos y ilusión para seguir con lo cotidiano porque añade un punto de riesgo: la aventura de ser responsable de un ser vivo con todo un futuro por delante.
Cuando una mujer tiene cáncer en edades asociadas con la maternidad, este proyecto es anulado durante el tiempo que duran los tratamientos (entre 3 y 5 años como mínimo), con el riesgo de entrar en la etapa de la menopausia. Es duro. Muy duro. La mente se nubla y el corazón materno de la mujer se frustra. La atención selectiva te lleva a fijarte en todos los bebés que ves en la calle, en las embarazadas, en las familias felices de los parques... y tú con tu pañuelo luchando por salvar tu vida cuando te encantaría dar al mundo otra.
En medio de esta maraña de pensamientos entre el ego y el yo, me encontré la Ley del desapego, que dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico es preciso renunciar al apego a esa misma cosa. Esto no quiere decir que abandonemos la intención de crear nuestro deseo. No abandonamos la intención, ni abandonamos el deseo. Abandonamos nuestro apego al resultado.
Esta actitud es difícil, pero no imposible. Lo mejor son sus frutos, la serenidad y la tranquilidad ante la incertidumbre. La vida es mucho más grande y caprichosa de lo que imaginamos. No sé si volvé a ser madre, pero de momento soy tía.
Vivamos el presente con sus inseguridades y demos gracias por la VIDA.

domingo, 12 de junio de 2016

Llevo una temporada en formación entre PNL, coaching y constelaciones familiares. Es un mundo apasionante, la verdad, que invito a que conozcáis. Ayer, concretamente estuve en un taller en Valladolid sobre estos temas. De nuevo, me traje para casa tarea para pensar y reflexionar, porque hice un descubrimiento un tanto cómico-dramático. Os explico, a través de una dinámica proyectiva y con la ayuda de compañeros, vi que uno de mis problemas que más me ronrronea la cabeza (que es mi falta de cabellera) me lo estaba tomando como un divertimento... Mi primera reacción interior fue la de negarlo, pero después me di cuenta de que en el fondo esta siendo una oportunidad para desarrollar mi creatividad y sacar ni niña interior: juego con pañuelos, me pongo postizos, combino sombreros... ¡Me estoy divirtiendo y no soy consciente de ello! ¿Puede haber tanta incongruencia entre el consciente y lo inconsciente? Pues debe ser que sí.
A partir de ahora no me pienso perder ninguna oportunidad para sonreír cada vez que me mire al espejo. Yo pensando que era una víctima y en el fondo soy una brujilla juguetona.

viernes, 13 de mayo de 2016


Ayer fue un gran día por su gran aprendizaje. Tuve una discusión con una persona. La verdad es que parte del conflicto lo tenía yo, porque no había hecho bien un trámite. El enfrentamiento quedó en tablas, sin acuerdo, pero yo quedé tocada por descubrir mi error y mi orgullo.
Volví a casa del trabajo y seguía preocupada, hasta tal punto que se me olvidó que tenía una reunión (menos mal que no era con la misma persona). En otra ocasión, volvería a sentirme rabiosa y decepcionada por mi despiste. Sin embargo, hice algo diferente a otras veces. Vi que había sido necesario el descuido y el olvido porque supe sacarlo partido.
Comparto con vosotros mis dos descubrimientos que no son nuevos pero siempre me conviene recordar:
- si acepto y amo mis sombras y defectos me siento más libre y segura.
- todo lo que ocurre puede ser para bien, aunque tenga un inicio negativo.

martes, 19 de abril de 2016


Todo el mundo pasamos por momentos de crisis y afortunadamente lo que nos salva es la imaginación y la creatividad.
Seamos valientes para pensar distinto y salir de las rutinas hipócritas. 
Es el camino directo a sentirnos mejor y más felices.

martes, 16 de febrero de 2016

Haciendo la vista atrás veo lo mucho y bueno que he aprendido con el proceso de haber vivido un cáncer. Este descubrimiento no es nuevo, hay muchos enfermos, y personas que sufren por otras circunstancias, que tienen esta experiencia. Para poder decir esto, hemos tenido que entregarnos al sufrimiento y hacerlo nuestro aliado, para luego sacar provecho de él. ¿Cómo es posible ésto?
Os pongo un ejemplo, imaginemos un niño con fiebre, él se siente malito, pero sin embargo, hará lo posible por jugar, ver la tele más tiempo o enredar a mamá para que le dé mimos o no ir al cole. ¿Dónde radica la diferencia con los adultos que sufrimos? Radica en que nosotros negamos la realidad, o quemamos energías en manipularla para que sea como queremos o nos enfadamos porque no somos todopoderosos para cambiarla. ¡Qué grandes sabios son los niños!
En este sentido os invito a releer esa joya de libro que nos dejó Victor Frankl, superviviente del holocausto nazi, "El hombre en busca de sentido", dejo aquí dos párrafos con mucha miga.
"Un hombre que sufre ha de reconocer su sufrimiento, nadie puede sufrir por él. Su única oportunidad reside en la ACTITUD  que adopte al soportar su carga"
"Nos negamos a minimizar o aliviar las torturas, habíamos aprehendido la oportunidad de logro que se ocultaba en él".

Todos podemos encontrar sentido a las cargas que llevamos, seguro que nos harán fuertes y bellas personas. Inclinar nuestro pensamiento hacia lo positivo, cambiará radicalmente la vivencia del sufrimiento. No es fácil, pero merece el esfuerzo.

martes, 12 de enero de 2016

¿Qué tal estáis mis diosas? Me imagino que después de las Navidades un poco de rutina no viene nada mal. Somos animales de costumbres y tener horarios nos hace tener control sobre el día.
Por ello, hoy os quiero hablar de rutinas y hábitos que ayudan a mejorar nuestro bienestar. Realmente hay pequeños gestos diarios que nos cuidan la vida de forma extraordinaria: beber agua, comer fruta y verdura, un baño relajante, un paseo... Si esto es maravilloso para la gente sana, para los que hemos estado en procesos de cáncer con tratamiento de quimioterapia o radio, es fundamental.
Hoy quiero compartir con vosotros algunos gestos sencillos que me ayudaron a sobrellevar mejor mi etapa con la quimioterapia. En mi caso, la hora de la comida era un tanto suplicio, pues no la saboreaba, todo tenía un sabor metálico que no era muy agradable. Además me salieron llagas en las encías y ciertos alimentos me hacían daño al comerlos. Mi solución: intentar eliminar lo más posible la quimioterapia del cuerpo. Para ello bebía mucho líquido, sobre todo agua. Cada mañana me tomaba un zumo de limón en ayunas media hora antes de desayunar, es un maravilloso alcalinizante y limpia el intestino que no veas. 
También, los baños de sal son estupendos para eliminar toxinas. ¿Quien dijo que los SPAs son caros? Prepara la bañera y echa kilo y medio de sal, sorprendentemente cuando salgas del agua después de veinte minutos verás que los granos de sal están negros. Es un efecto conseguido por la osmosis. Se establece un intercambio de sustancias a través del cual nuestro cuerpo se limpia y adquiere cierto equilibrio en sus componentes minerales.
Para las llagas de la boca los enjuagues (sin tragar) de manzanilla son muy eficaces, si es manzanilla natural mucho mejor. Y aunque cueste por las heridas, lavarse los dientes después de cada comida es indispensable, utiliza cepillos suaves que no te hagan daño. 
Como ves, son hábitos muy sencillos, pero a mí me hicieron sobrellevar esa época de mi vida de forma más saludable. Además, he de confesarte que muchos de estos hábitos sigo haciéndolos rutinariamente, me vienen fenomeral, y eso que  la quimio la he dejado ya muy atrás.

lunes, 4 de enero de 2016

¡Feliz Año 2016! Es el mensaje que todos nos comentamos al vernos... Con él van nuestros deseos más cariñosos y positivos hacia la gente. Es muy necesario, pues en este año también habrá dificultades que afrontar y miedos que superar, seguro. 
Para este año me he propuesto avanzar en mi superación al miedo y a compartir con más cercanía mi etapa como enferma de cáncer de mama. Ya vamos a cumplir el cuarto año desde que lo descubrí en mi cuerpo, y ya puedo mirarlo sin que me haga daño.
Y es que, cada vez me doy más cuenta del poco acompañamiento que se hace desde las consultas médicas ante las muchas circunstancias que se viven y se sufren con esta enfermedad.
En el momento que te confirman el diagnóstico, hasta que entras en quirófano o empiezas con la quimioterapia, tienes que tomar una serie de decisiones que no siempre tienes la lucidez para tomarlas con consciencia.
Por ejemplo, la caída del cabello, es durilla y no siempre se vive bien. Mi consejo es que te rapes el pelo antes de que empiece a caerse porque es bastante escandaloso. El llevar peluca o pañuelo es a la elección de cada uno. Yo usé peluca aunque en verano utilicé pañuelos y sombreros que son más frescos. Respecto a las pelucas, hay maravillas, incluso se hacen a medida y respetando el corte de pelo que llevabas habitualmente. Para cortarte el pelo, elige un lugar de confianza, donde te sientas tranquila, si es posible en una sala donde no haya más clientes. Yo tuve la suerte de contar con la ayuda de una amiga peluquera, que me iba cambiando de estilo mientras me rapaba, primero a lo punki, luego a lo chico, y finalmente fui la teniente O´neil... nos echamos unas risas. Y una cosa descubrí: sin pelo también estaba guapa¡¡