sábado, 27 de junio de 2015

Hoy me vais a permitir que os aconseje una película: "Nuestro último verano en Escocia". En muchas entradas os he comentado lo importante que es el mundo de los niños, su sinceridad, la asombrosa claridad con que interpretan el mundo, su inteligencia para adaptarse a las situaciones de cambio... Pues bien, en esta película se ve estupendamente, además de ser divertida, nos ayuda a integrar de manera serena golpes dolorosos como puede ser el cáncer o la muerte. 
Me alegra ver que no soy la única que valora la mirada de los niños y que intenta aprender cada día un poco de su mundo. Yo lo intenté mostrar a través de las historias de Benjamín, pero me encanta descubrir otras iniciativas que nos pueden aportar tanto a los adultos.
Que la disfrutéis.

viernes, 19 de junio de 2015

No sé si la gente suele creer en los ángeles, esos seres alados y llenos de luz que nos ayudan en la vida cotidiana. Yo ayer me encontré a uno. 
Resulta que me tocaba de nuevo revisión oncológica en el hospital y la médica que habitualmente me ve, no estaba. Confieso que estaba un poco expectante y nerviosa por el desconocido que iba a asumir la responsabilidad de mi caso, sobre todo porque me esperaba un cambio de medicación a más agresivo por mis cambios hormonales. 
Entró el doctor con una sonrisa, nos dio la mano y se presentó. Su voz era serena y cercana. Estuvimos casi treinta minutos hablando y consultando dudas antes de que me explorara. La verdad es que tocamos los temas de siempre: estadísticas, tamoxifeno, recaída, porcentajes... Sin embargo, lo importante no fue el tiempo dedicado si no la forma de tratar el asunto. Por fin una entrevista en la que había ESPERANZA, RELATIVIDAD, EMPATÍA, CONFIANZA EN EL CURSO NATURAL DEL CUERPO.
Hubo un momento en que cerré los ojos, sonreí a mi interior y al abrir los ojos vi dos alas blancas que se prolongaban por la espalda del doctor. 
Ha sido el primer día que he salido de la consulta viendo la luz al final del tunel. ¡Este tunel tiene final!

martes, 9 de junio de 2015

Querido mundo, de nuevo vuelvo a conectarme para contaros mi nuevo estado de agradecimiento. Sí, agradecimiento. Este fin de semana me he presentado a una prueba de inglés para intentar conseguir la certificación del  nivel del First Certificate, algo que para muchos seguro es pan comido, sin embargo, para mí, me ha resultado duro, no por ser inglés (que reconozco que me gusta), sino por volver a estudiar, sacar tiempo, dormir poco, compaginar con el trabajo, la casa, la familia...
Ha habido momentos de agobio en los que no entendía por qué me había enfrascado en tal aventura, más cuando me enteré que mis compañeros de academia no se iban a presentar. En este recorrido he ido superando barreras y miedos, miedos a los listening, miedos al speaking, miedos a qué van a pensar si suspendo... De nuevo me he visto luchando contra mi mayor enemigo: EL MIEDO.
Ahora que ya ha pasado el examen, siento haber crecido por el esfuerzo. La verdad, no sé si aprobaré o suspenderé, pero llevo en mi interior una gran sonrisa. He superado el miedo al fracaso, pues estoy segura que puedo conseguir el éxito (eso sí, no sé cuándo, pero eso no es lo importante). Os dejo con una canción de Cosmosoul que se titula FELICIDAD PURA... una delicia