miércoles, 17 de diciembre de 2014

Ya llegan las Navidades... La verdad que ya están aquí. Se nos lleva el móvil de mensajillos que nos desean paz, amor y prosperidad...
Sin embargo lo que realmente sentimos es agobio con las compras de última hora, pagamos a precio de oro el champán, el pescado y la carne... Nos pasamos comiendo, nos pasamos bebiendo... ¿Y esto es sentirse en paz?
Hoy me he hecho un propósito: estas Navidades quiero ser como un niño. Un niño juega, ríe, es libre, hace lo que le apetece aunque no sea políticamente correcto, no se agobia, disfruta de lo que hay, de lo que tiene, imagina, crea, canta...
Además, ¿no celebramos en Navidad el nacimiento de un Niño? Creo que Dios nos está mandando un mensaje claro.
¡Hagamos caso a nuestros niños esta Navidad!

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